Juan Carlos Boveri, dios y la justicia



En el año 2013, escribí un artículo con el título: Juan Carlos Boveri y Dios. El artículo es este:

Juan Carlos Boveri es un escritor muy particular. Se mantiene a un costado de grupos y corrientes literarias. Pero si algo no hace es evitar el compromiso social. Acostumbrado a firmar con seudónimos, hizo lo mismo con Dios se quedó dormido y firmó como Juan Zeballos. 
Al libro no lo prohibieron porque en Argentina no hay censura. Simplemente, las compañías distribuidoras bloquearon su distribución. ¿A pedido de quién? Cada uno haga su propia interpretación. 
De manera que, de no ser casi de mano en mano, es imposible encontrarlo. Como yo lo encontré, puedo decir que no conozco ningún otro libro que, con tanto humor, ironía e inteligencia, demuela a la iglesia católica en su enorme hipocresía y, a la vez, haga una crítica tan feroz a la sociedad. 
El personaje principal del libro es Dios. Pero es un Dios que, al conocerlo, entendemos el que estemos hechos "a su imagen y semejanza". Un Dios que nos cae simpático, gracioso y querible porque tiene nuestras virtudes y nuestros muchos defectos.
El libro puede leerse como relatos separados o novela. En este sentido, como en todas sus obras, Boveri muestra su personal dominio de la prosa y un estilo tan propio que no tiene que ver con el de nadie. 
Dios se quedó dormido es un libro diferente a todos. Una obra fundamental dentro de la alicaída y monótona literatura argentina actual, pero que no es recomendable para los ultra católicos. (publicado 16/10/13).
                                                   
Ahora, varios años después, agrego la palabra Justicia. ¿Por qué? Como escribí en ese artículo, Boveri es un escritor muy particular, que va a contrapelo de todo lo que hacen otros escritores. Me consta (porque traté de hacerlo) que no acepta reportajes, no se toma la molestia de mandar gacetillas, hacerse amigo de algún editor o periodista que lo promocionen. Hizo blogs de arte que llevan su nombre y que son muy vistos, escribió artículos muy interesantes, pero poco y nada se sabe de su vida personal.

Tiene un blog propio  para distribuir gratuitamente sus libros. En el blog, hay una biografía, libre de los habituales panegíricos que se hacen en estos casos y en el que la abuela, con una historia digna de ser contada, parece más protagonista que él mismo.
Sus libros pueden ser leídos gratis en Google Libros y en otras páginas de descargas gratuitas. Parece estar convencido de que internet debe ser para todos, porque todos tienen derecho a la cultura. Y comparto eso.

Como decía: agregué la palabra: Justicia al título. La razón es esa: el tiempo le permitió difundir un libro único y notable en la literatura latinoamericana. Seguramente, sin buscarlo, pasó por encima de editores, distribuidores, censuras (que dicen que no son censuras) y ganó. El resultado: Dios se quedó dormido puede ser leído en forma masiva desde hace algunos años.  

En el Mahabaratta, cuando el rey Yudhishthira entra al cielo y ve que sus cuatro heroicos hermanos han recibido castigos y sus malvados enemigos disfrutan de una placentera vida celestial, se rebela ante semejante injusticia.
El dios Khrishna, que lo ha acompañado en su viaje al Cielo, le dice:
-La Justicia de la Tierra es una y la Justicia del Cielo, otra.
Entonces, Yudhishthira ve cómo sus hermanos son liberados de los castigos y los sus mortales enemigos son arrastrados al Infierno para padecer los peores tormentos por toda la eternidad.
Después de abrazarse con sus hermanos, Yudhishthira se encuentra confundido y no puede comprender lo que ha sucedido.
El dios Khrishna le dice:
-Tus hermanos cometieron pecados en sus vidas y tenían que pagarlos. Ya lo hicieron y ahora pueden disfrutar de la belleza del Cielo. Tus enemigos cometieron pecados tan graves que han sido condenados al Infierno, pero antes les hicimos conocer todas las gracias del Cielo para que supieran cuánto se perdieron por su maldad.
Yudhishthira se queda perplejo y Khrishna le repite:
-Te dije: la Justicia de la Tierra es una y la Justicia del Cielo, otra.

Como remataría Alice, el personaje de la novela de Boveri, La maga de Montmartre:
-A mí me parece que viene al caso. ¿Vos qué opinás?







Silvia Sarsini